No cabe duda que la Navidad es una de las grandes fiestas del año. Sino la que más en gran parte del planeta.
Y como toda buena celebración suele ir acompañada de buena comida.
En España es común quedar con la familia y comer cochinillo, pavo, bacalao, merluza,… dependiendo de la región. Y siempre acompañado de un buen jamón, queso, gambas y otros muchos manjares típicos de nuestra gastronomía.
Pero el mundo es muy diverso y no en todas las partes del planeta tienen la suerte de contar con nuestros deliciosos ibéricos. 😉
Aunque te aseguro que tampoco pasan hambre.
Por norma general a todo el mundo, independientemente de donde sea, le gusta comer bien.
Así que he preparado una lista con los 5 platos navideños más raros que he encontrado.
Índice de contenidos
Japón: pollo frito.

Puede parecerte surrealista. ¿Japón? ¿Navidad? ¿Pollo frito? ¿Todas esas palabras van juntas en la misma oración?
Pues sí, así es.
Nada más y nada menos que 3.6 millones de familias japonesas cenan pollo frito del KFC (Kentucky fried chicken) la noche de navidad.
Evidentemente Japón no es un país de mayoría cristiana, así que el vínculo no viene por el tema religioso.
Resulta que en los 70s, esta conocida franquicia hizo una potente campaña de marketing al respecto, y al no haber ninguna tradición vinculada a la Navidad acabó llenando ese vacío, consiguiendo el mejor resultado de todos: crear una nueva tradición.
Imagino que para ellos el pollo frito debe ser algo exótico. Es lo que tiene la globalización.
Filipinas: cochinillo al horno.

La gracia de este plato no es el plato en sí (que en España es también bastante común), sino la parte cultural que lo rodea.
Recordemos que Filipinas durante muchos años fue parte de España, y de hecho fue en ese periodo cuando se cristianizó.
Por lo tanto, es curioso ver que a día de hoy, mantienen un montón de tradiciones muy parecidas a las nuestras.
Lo filipinos celebran la “Noche Buena”, después de ir a la Iglesia a escuchar lo que ellos llaman “Misa del Gallo”, y luego celebran la Navidad con “Hamón” o “Lechón“, los cuales acompañan con “Queso de bola” y ensalada de frutas.
Por si te lo preguntabas, todas las palabras entre comillas están escritas tal cual en uno de los principales idiomas de Filipinas. 🙂
Curioso, ¿verdad?
Sudáfrica: orugas fritas.

¿Qué mejor forma de celebrar el nacimiento del niño Jesús que con un suculento plato de gusanos fritos, no?
No me negarás que tiene una pinta extraordinaria... 😉
Bueno, quizás no tanto, pero tiempo al tiempo. Dicen que los insectos son la comida del futuro y quién sabe que acabaremos comiendo antes de los polvorones y el anís del mono…
Lo que si es cierto es que para algunas etnias sudafricanas, las orugas emperador fritas es un manjar de las navidades del presente.
Estos gusanos se encuentran en estado óptimo de maduraión más o menos por Navidad, así que no es de extrañar que se hayan asociado a la fiesta.
Aunque yo por ahora me parece que me quedo con mi platito de jamón y queso. 🙂 ¿Y tú?
Groenlandia: piel de ballena macerada con aves fermentadas.

No me digas que no se te hace la boca agua…
Como puedes imaginar Groenlandia es conocida por su brillante gastronomía. 😉
A este plato le llaman Mattak and kiviak y es un plato típico de los Inuits (los mal conocidos como esquimales).
Esta exquisitez consiste en un trozo de piel de ballena crudo cortado como ves en la foto.
Pero lo más curioso de este plato navideño es su preparación.
Se coge la ballena (normalmente una beluga), se vacía y se rellena con un montón de álcidos enteros (unos pájaros parecidos a los pingüinos). Se sella con grasa. Luego se deja fermentar unos 7 meses, se retiran los álcidos y listo para degustar.
¿Quieres un poquito? Si esperan 7 meses será porque merece la pena. ¿O no?
Noruega: cabeza de cordero asada.

Y terminamos con otra maravilla gastronómica navideña, esta vez de nuestros amigos escandinavos: el Smalahove.
Desde luego tiene una pintaza y la imagen no puede ser más navideña….
Ya sé que en realidad comer cabezas de cordero no es algo tan inusual en España, pero a mi me impresiona.
Estos buenos noruegos cortan la cabeza del animal y luego la pueden cocinar de varias formas: salándola, ahumándola, cociéndola o al vapor.
Me pregunto cual de ellas estará mejor, porque la cosa promete.
Por cierto, los sesos se pueden dejar dentro o cocinarlos fuera. A gusto del consumidor.
En realidad la historia de este plato es bonita y es por eso por lo que la dejo para el final.
Tradicionalmente los noruegos con dinero compraban el resto del animal para sus banquetes navideños (más o menos como nosotros cuando hacemos patas de cordero por ejemplo).
Así que iban quedando cabezas sueltas que nadie quería comprar.
Imbuidos por el espíritu navideño esas cabezas se les daba a los pobres para que tuvieran algo que comer en Noche Buena.
Algo es algo.
Con el paso del tiempo se ha ido convirtiendo en algo más o menos común y ahora no es necesariamente una “comida de pobres”.
Y estos son los 5 ejemplos de platos navideños más curiosos que he encontrado.
No sé a tí, pero a mi ha entrado un hambre insoportable escribiendo este artículo.
Cada cultura tiene sus costumbres, y de igual forma que hay mucha gente en el mundo que no se metería un caracol en la boca ni por todo el oro del mundo, a nosotros nos pasa lo mismo con ellos.
Sea como fuere, se trata de comer en familia, de pasar unos días felices, y de disfrutar de lo que a cada uno le guste comer.
Por cierto, casi se me olvidaba. Tenemos un grupo de Gastronómadas en el que vamos hablando de las comidas del mundo que vamos descubriendo.
Si eres de los que le gusta probar recetas de todo el mundo ni dudes en unirte a nuestro grupo. Cuantos más seamos más aprenderemos.
¡Felices fiestas a todos!
Que gracia me ha hecho la recopilación que has hecho.
Yo también me alegro de vivir donde vivo. Lo de comer en Navidad un trozo de ballena fermentada con pinguinos podridos como que no jajaja.
Pero bueno, si a ellos les gusta…
¡Gracias por el artículo y feliz navidad!
Suerte que vivo en España y no en Groenlandia o Sudáfrica, muy buen articulo!
¡Muchas gracias Nelly! Es verdad, hay cada uno que la verdad es que da que pensar.
Lo de rellenar la ballena con pingüinos enteros y fermentar 7 meses me ha llenado de espíritu navideño, jajajaja